domingo, octubre 09, 2005

Eber Forever


Nombre y apellido:

Mi nombre es Eber Ludueña, pero en el documento figura Eber Carlos Ludueña, libreta de enrolamiento 4 millones 4444 4…4…6, me cagó el final.

¿Ocupación?

Podría decir ex futbolista, actualmente hago televisión para poder bancar, costear el colegio pupilo de mi hijo Eber Vicente, que está en Pergamino.

¿Signo del zodiaco?

Soy Aries, guerrero, luchador. En el horóscopo chino soy perro de madera.

¿Practica algún deporte?

No, practicamente estoy retirado. Hago si, entrenamiento urbano lo llamaría, camino mucho en la ciudad, voy a hacer las compras yo mismo con el bolso de los mandados. Viste que tiene dos argollas forradas en una especie de nylon, y el bolso de red tejido. Lo cargo bien, con plátanos, camote o batata, zapallo calabacín, y eso más las leches y una horma de queso, me sirven para hacer brazos y piernas. Estoy, físicamente estoy. No te digo un cien por ciento pero un 30 o 31 por ciento estoy.

¿Qué música escucha?

Los clásicos, tengo un unplugged de Mijares, tengo… Aldo y los pasteles verdes. Después tengo mi archivo, Abba, la música de la película de Bo Dereck, mi mujer ideal. Bo Dereck es una mujer perfecta, yo soy cuatro, el marcador perfecto. La música de las películas me gustan mucho, tengo la de Tango y Cash, de Andreano Celentano.

¿Cuál es el último libro que leyó?

“Mis zonas erróneas”, un libro de autoayuda. Estoy yendo a un grupo de autoayuda que se llama: Marcadores Laterales Golpeadores Anónimos, que estamos tratando de rehabilitarnos.

¿Comida preferida?

Arroz con pollo y Casatta de postre.

¿Cuál es su noche ideal?


Arranca con una buena siesta para estar relajado, para levantarme tipo seis de la tarde, salgo de casa, voy hasta el kiosco de la esquina a comprar espirales, me rompen muchos las bolas los mosquitos, y crema de enjuague sabor madera de oriente para conservar bien mi cabello. Luego cargo gas en el Dodge, lo lavo, lo lustro, le echo un perfumín, le lavo bien las alfombras, le paso siliconas, y paso a buscar a una amiga, puede ser Silvia Peyrú, o la señorita Lee, me gusta la cosa oriental. Ir a comer algo, alguna parrillada libre, o mismo un arroz con menudos preparado por mi. Y después ir a “villa cariño“, para apretar un rato, preparar la máquina y luego un poco de dancing, mover el esqueleto, un poco de la música que se escucha ahora, Bee Gees o esas cosas, y luego un hotel alojamiento. Eso sí, peleo el precio, porque las consumiciones te matan, con decirte que llevo gaseosa de litro para bajar los costos. Le peleo el precio también porque yo no uso dos horas, como deportista que soy no puedo quemar piernas, entonces negociamos y obviamente la noche ideal termina con sexo. A quemarropa, a todo lo que da, uno o dos.

¿Hay que legalizar las drogas?

Yo tuve problemas con sustancias, ese polvito blanco que me deja duro…que es el yeso, no puedo pedir que lo legalicen, porque sería apología. La sandía con vino, psicotrópico, me gusta, pero estoy abandonando porque cuando vienen mi hijo a mi casa como a él no le gusta la sandía dejé de comprar y practicamente me olvidé. Creo que cada uno tiene que saber lo que hace, hay enormes negociados detrás de la droga y es un tema muy complejo como para que opine un simple deportista.

En tres palabras defina al General Perón.

Líder, estratega, amigo de Cámpora.

¿Qué radio escucha?

Radio Victoria y Radio Colonia. Me gustan las transmisiones deportivas de Colonia, me gusta escuchar música melódica, algún bailable también

De uno a diez ¿cuánto asco le da Daniel Haddad?

7,5.

¿Tinelli o Pergolini?

Alfredo Cascini.

¿Cuando fue su última relación sexual?

Fue hace poco, fue por dinero. 50 pesos. Fue hace dos semanas. Rápido fue, fueron 20 minutos con juegos eróticos, todo. Arranqué con helicopterito, después la puse en 4, con una pierna extendida y la otra que se apoya sobre la rodilla, como le piden a los borrachos.

¿Quién es su ídolo?

El ancho Peuccelle, Jorge Formento, esa voz que tiene. Me gusta el gaucho (César) Mascetti, porque me gusta todo el tema del campo, el agro y los cítricos. Pero mi ídolo sin dudas es Walter Fernández, ex puntero izquierdo de Racing, ya que llegó a Silvia Peyrú antes que yo, yo la agarré después, medio baqueteada.

¿Fue infiel alguna vez?

Sí, lo fui, varias veces lo fui. La vida de los famosos es así. Yo entraba a los boliches sin pagar. No porque me conocieran, es que siempre iba con un titular del equipo, iba con Agonil, iba con Roque Erba, que a ellos los conocían y yo zafaba. Y siempre algún descarte agarraba. Estaba el flaco Riganti, fachero, entonces me tiraba a la más gordita. Y me gustaba la velocidad, los buenos autos. No le mezquinaba en esa época al combustible, tiraba rebaje, andaba en ese R12, allá en Pergamino íbamos a Spectra, lo ponía a tabla, a 60 a 70, doblaba en tercera, ¡desastre! Todo eso me llevó a ser infiel. Y te dejo un consejo: Cuando una mina me cabe la pierna, yo avanzo. Y te dejo un concepto, las casadas son las mejores, porque no abren el pico, no te pueden reclamar ni nada.


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