martes, octubre 02, 2007

Entro yo


Cómo la gente va llenando información en sus propias vidas a través de que pasa el tiempo... Es como que te terminás dando cuenta de determinadas cosas solo cuando empezás a verlas de lejos y por tu lado seguis viviendo, hasta que un día, accidentalmente sentado delante de un PC leyendo pavadas, te salta la chispa de que evidentemente pensaste, dijiste e hiciste cosas de las cuales irremediablemente no estas del todo convencido hoy en día. Este no es un post de "me gustaría volver el tiempo atrás", es un post de "que suerte que soy un poco menos boludo y ahora me doy cuenta de ciertas cosas", que debería querer decir también, "creo que crecí un poco desde aquella vez" y también dice "si me doy cuenta de aquello, de lo que me daré cuenta dentro de un tiempo mas, no dejé para nada de ser un boludo, solo que ahora me muevo con más cautela, capaz". La lista de razonamientos encadenados es como medio larga y tiene puntos suspensivos. Es que con el tiempo vas creando mecanismos de defensa inconscientes ante determinadas situaciones de la vida. La metafora perfecta para esta afirmación es la siguiente. Nunca fui buen jugador de futbol, no soy lo que se conoce como una persona habilidosa. Por suerte, temprano me di cuenta de que no sabía jugar al futbol pero podía hacer algo tan importante como meter goles, y eso era atajarlos. Me volví golero y llegué a ser tan eficiente (porque bueno suena feo) que salimos campeones de futbol de salón cuando estabamos en 5to año de escuela.
No sé que era, yo simplemente podía ver adonde iba la pelota y la atajaba. Suena mal, pero se sentía así.
Pasó el tiempo, me cambié de colegio pero yo seguía atajando bien.
No se cuando pero un buen día dejé de ver la pelota. Los goles llovían como Donutts a Homero en el capitulo en que se va a otra dimensión con la tostadora. No podía entenderlo y la verdad tenía menos idea de porqué de un día para el otro se me había ido mi capacidad "goleril".
La razón muy fácil: un pelotazo en los gobbelins. Si, si esto lo lee una mujer no lo va a entender, pero un pibe al que un balón le haya interceptado los testiculos no se olvida nunca más. Bueno, a mi me pasó eso, quede resentido de aquel momento, entonces cada vez que atajaba me preocupaba más porque la pelota no me pegara en algun lugar jodido que de que me hicieran el gol. Eso mismo le pasa a la gente con determinados temas en su vida. Como las viejas solteronas (y ahora que lo pienso algunas no son tan viejas) que dicen "los hombres son todos iguales" o cosas así.
¿Que es lo que queda después de eso? No sé. Capaz que es aprender a vivir con esas señales de alarma que son como tics. Todavía sigo atajando a veces y creo que lo hago bien a pesar de que no soy lo que era antes. Supongo que enfrentar el arco denuevo es una prueba, atajar algún tiro, la señal de que todavía hay esperanza. Capaz.


Tema: Counting Crows - Mr. Jones