martes, septiembre 11, 2012

La revolución y el sueño.

Todas, casi todas la veces que he tenido pensamientos realmente revolucionarios, inmediatamente después me vino sueño. Y un sueño tan grande que he dejado de tener pensamientos revolucionarios por ese día.
Creo que el hecho de estar escibiendo sobre haber tenido pensamientos revolucionarios y que después me vino sueño, es una revolución en sí mismo. De hecho, es el comienzo de una revolución que por suerte hoy he podido comenzar a escribir.

Espero no dormirme más.