jueves, febrero 08, 2007

El Día de la Marmota


The Kooks - She Moves in Her Own Way


Supongo que no estaba tan errada cuando dijo que me deslumbraba con cosas pequeñas. No supe que contestarle, la verdad es que ultimamente son los detalles casi infimos los que me llaman más la atención. Aquella camisa era realmente medieval y lo mejor es que alguien me sacaba el comentario de la boca. Son detalles que me desarman. Es ese aire de "no me lo venía venir". Es genial.
Irónicamente dentro de mi aprecio por las cosas chicas, me siento incomodo con el silencio. No sé que es. Atino a contestar, "necesito estar conectado a algo". Es realmente incomodo, principalmente porque tiendo a sacar los comentarios más desubicados que mi mente puede computar. Soy una especie de atleta olímpico del mal gusto... ya vieron el blog. Mi sentido del humor hiede muy mal.
Supongo que en el lugar de mi cabeza donde la naturalidad encuentra su sitio hay ideas a las cuales me cuesta acostumbrarme. No por malas, obviamente. En esos momentos en los que el monstruo se apacigua y va a dormir puedo incluso llegar a disfrutar el silencio una madrugada tirado en un balcón tomando cerveza; hablando poco, pensando mucho, escuchando los autos pasar, mirandolo todo y nada a la vez.
A cada paso que damos tenemos nuestras pequeñas redenciones. A
lo largo de la vida te vas dando cuenta de esas cosas que son tan pequeñas como una frase o una simple acción, pero que nos llenan de una forma nueva, porque justamente nos faltaba eso. Momento a momento me voy dando cuenta que a veces inconscientemente trato de redimirme en muchas cosas que no estuvieron del todo bien hechas, para que "la próxima" no vuelva a ser igual. Y "la próxima" también es decir "hoy" porque todo es mejorable dentro de lo posible y tenemos algo que mejorar de antes. Lo importante es saber qué. Si, supongo que me estoy volviendo demasiado detallista, eso también puede cambiar si lo creo necesario.
La camisa le quedaba demasiado bien.

The Cure - Just Like Heaven