viernes, noviembre 24, 2006

Ayudá a tu albino

La verdad que el otro día me levanté con una idea después de volver de un toque con un amigo: "los albinos deberían tener una legislación especial". ¿En que me baso?, dirán ustedes, distinguido público semi-anónimo que visita este humilde lugar del ciberespacio.
El guitarrista de la última banda del toque era albino... si, albino. Dios desde su nube hizo la gran acción de la historia dejando a un albino que sirve para algo. Me acuerdo que cuando era más chico y veraneaba con mis viejos teníamos un vecino albino.
El pibe tenía unos lentes tan gruesos que si los ponías correctamente abajo del Sol un día sin nubes te encendía una fogata de madera mojada. Tenía una fascinación masoquista con el Super Mario 3. Fascinación masoquista porque nunca lo vi pasar una sola pantalla sin perder al menos una vida cayendose en los pozos aquellos que había por todos lados. Supongo que calculaba mal el salto o simplemente esos lentes lo comunicaban con una dimensión paralela en la cual seguía las ordenes de una dominatrix fanática de las caídas en pozos gigantes. Quién sabe, esos lentes eran realmente gruesos.
Pobre flaco, seguro que mientras veraneabamos ahí nunca recibió tantos golpes juntos... es que a la vuelta de la playa, como la buena rutina veraniega lo dicta, hay que jugar un "25" (que involucra una pelota de futbol, no piensen mal manga de drogones) hasta que caiga el Sol y no se vea mas la pelota. La verdad es que nunca pateó realmente un balón... con suerte alguna vez atinó a atajar alguno con la cara, pero a decir verdad estoy casi convencido que no tuvo tiempo para esquivarlo. El día que le pegó en la barriga se le puso colorada... parecía la bandera de Japón.
Gente como nosotros no deberíamos tener derecho a interactuar con albinos, por el simple hecho que nuestras buenas intenciones se confunden con maldad. ¿Se creen que queríamos pegarle una y otra y otra vez en la cara pelotazos? ¡Por Dios no! El tipo tenía tan poca motricidad mezclada con mala liga que todo irremediablemente le iba derecho a la jeta. ¿Porque Nintendo permite que los controles convencionales sean utilizados por albinos? ¿No se dan cuenta que son tan deformes que no pueden ni sostenerlo en la mano? ¿Acaso no testearon sus controles con albinos en el laboratorio? ¿Que empresa seria no lo haría?
Como veran el circulo en el cual se mueven nuestros amigos albinos es uno que no los acepta de forma implicita. Fue entonces que el otro día en el toque, viendo al simpático albino guitarrista lo vi todo muy claro: "los albinos para lo único que sirven es para tocar la guitarra". De cierta forma sería lógico y a su vez prácito. Al ser tan reducida su población, nunca tendrian problemas de laburo y podrían incursionar en el genero musical que mas les guste. Podría haber albinos glam-metaleros, pintados como Kiss o Marilyn Manson; podría haber albinos catequistas, que te canten el "Aleluya" con más santidad que nadie; podría haber albinos payadores. Las posibilidades son infinitas y con la ayuda de ustedes podemos lograr dar vuelta este circulo de depresión y exclusión por el que pasan nuestros pálidos amigos.

En otro tema, el Rincón fue nominado finalista junto con otros nueve blogs en el Primer Concurso Nacional de Blogs organizado por la revista Freeway y la Universidad ORT. Para ustedes visitantes del sitio, acá les dejo la dirección para votar si tienen ganas y sinó, voten igual porque no les cuesta nada.


VOTA A BLAS ACÁ


Piensen en todos los abinos que podríamos ayudar...

jueves, noviembre 02, 2006

Curtis



Hay temas en la vida que deberían terminar como en las películas que sirvieron para entretenerme en la infancia y más adelante: con una reberenda y recontrapelotuda explosión. Por una cuestión simplemente de practicidad. No tengo más ganas de lidiar con esto, ok, cargo el perimetro con explosivos y ¡BOOOOOOOOOOOOM!. Después meo en las cenizas o alguna cosa que haría el villano de esa misma pelicula berreta.
Las nenas aman al villano, eso es una verdad universal. El bueno gana porque existe un ideal de justicia que si no estuviera presente en la película sería todo un kilombo. A todos nos gusta ser el bueno y el sorete a la vez. Es como un delicado equilibrio que nos hace parecer interesantes a los ojos de alguien. Ser solamente el Bueno es como que te digan, "Sos un boludo". Es triste y cierto a la vez. A la gente le gusta creer que ese "bueno" camina por la tierra, pero no lo quiere al lado, simplemente porque sufre demasiado para conseguir cosas, es todo mucho más fácil con una escopeta. Es genial y a la vez... no.
Simplemente no sé lidiar con terminos medios y con el caretaje encubierto que surge a raiz. Es casi tan plástico como el explosivo que sirve para dinamitar todo, tal vez sea la ironía del asunto. Es genial y a la vez... no.
Es como cuando eras chico y armabas alguna cosa medio producida con Legos. Después de horas te daba lastima volarla a la mierda, pero lo terminabas haciendo, porque ya lo habías disfrutado y no tenía sentido aburrirse viendo algo que aprendiste a querer como divertido. Después extrañás a esa misma estructura, solo por el hecho que ahora tenés que armar otra y no tenés ganas de invertir tiempo en eso o te apresuraste en patear los ladrillitos contra la pared o simplemente sos un tarado/a y te gusta extrañar cosas. Yo ando en el límite que me remite a la lógica como escudo defensor. Es como el impermeable que me pongo cuando hay algo que me está mojando y me entra a poner incomodo. La diferencia con cualquier cosa antes citada es infima, podría ser cualquiera de ellas también.
De chico era de hacer mucho esas cosas. Por ahí me pasaba el día entero armando el edifico más perfecto, para estar jugando una fracción de tiempo y terminar volandolo al carajo. Si hay algo que admiro es la paciencia y la dedicación que tenía/tengo para armar aquellas cosas. Cualquier otro pibe se hubiera conformado con un cuadrado con ventanas, yo tenía que armar hasta el último detalle y planearlo todo cuidadosamente. Y el resultado era mágico, porque lo que tenía en la cabeza tenía ya forma. Idealizar a su vez está mal, muchas veces queremos ver algo más que un cuadrado con ventanas.
A los ladrillos que quedaban tirados en el piso los veía con nostalgia, pero con la sensación de que eso eventualmente iba a tener otra forma que iba a aprender a querer, porque cuando no hay cambios... siempre hay un niño dispuesto a volar cosas. ¡BOOM!


Tema: Babasónicos - Curtis