domingo, marzo 11, 2012

Federico, hacete hippie.


Cada año que pasa de mi vida, hay un pensamiento que va ganando un poco más de terreno y me dice: Federico, hacete un favor, volvete hippie. No sé bien por qué el silencio me llama tanto la atención. Tal vez sea por la vocecita interna que me hace pensar que no necesito nada más, pero si, desde hace algunos años, siento que mi lugar ideal es uno donde estoy haciendo lo que hago hoy, pero en un lugar en el culo del mundo, lejos de toda putísima casa vecina.
Cuando lo pienso, digo ok, no es tan descabellado Federico. Andate a vivir afuera de la ciudad, comprate un auto y vamos todavía. Pero bueno, digamos que todavía no estoy en condiciones para hacerlo. Tal vez no en tanto tiempo.
Eso me trae a otro tema que es que todos logramos nuestros  ideales, solo después de sufrir un poco por ellos. Tal vez sea por eso que hay tantas parejas de jubilados que una vez que terminan sus trabajos se van a vivir a la playa, lejos de todo. Conozco a varias, amigas de mis padres, que hoy en día gozan de una vida de comida sin sal, caminatas y programas de cable desde algún lugar del Este de nuestro país. Y a esto digo, felicitaciones, qué buen sueño viven señores.
Un poco la mezcla de pensamientos me hizo tomar una resolución entorno a mi mismo y la vida de quiénes me rodean. Un razonamiento muy a la mía. Este año me voy a comprar un pedazo de Este. Un lugar donde pueda armar mi casa de vacaciones. Mi casa de silencio. De música. De Ping Pong. De Películas. De caminatas. De playa. De mirar al cielo de noche. De compartir el placer de compartir. Un lugar donde el tiempo libre es el único tiempo. Un lugar donde el trabajo que amo se parece al tiempo libre.
Este post no es un post de hippie que quiere dejar todo. Si se comprendió algo así, no es cierto. Este, es un post de alguien que ama lo que hace, pero quiere hacerlo acompañado de una dosis de placer por la nada, de libertad.  La rutina convertida en todo lo que hacés, convierte al resto de las cosas en un recreo en el que esperás que vuelva a sonar la campana para volver a estar ocupado.
Tal vez sea yo, pero necesitaría un poco de espacio para ser más hippie.

1 comentario:

Diego dijo...

Como dice un milenario filosofo oriental, "tamo ahi!"